Los modelos de cohousing, además de proporcionar una vivienda a la persona socia y a su familia, comportan sistemas de organización comunitaria con una doble finalidad: dotar a sus miembros de una residencia estable, y hacerlo en un entorno colectivo, de relación con los demás miembros y con la comunidad, combinando los espacios de uso privativo (vivienda, apartamento u otras dependencias) con otros espacios de uso colectivo, común y social.
En el caso de las cooperativas de cohousing senior, además, se facilita al segmento de población de mayor edad una solución habitacional en la que, manteniendo su autonomía y poder de decisión sobre su espacio, se aseguran que éste les proporcione todo lo necesario en esta fase de la vida, así como un acompañamiento que evita uno de los problemas que se plantean con nuestros mayores: la soledad.
Entendemos por cohousing, o el término equivalente español de covivienda, o «coophousing», aquellos sistemas de organización comunitaria de la vivienda, que tienen una doble finalidad: dotar a sus miembros de una residencia estable, y hacerlo en un entorno colectivo, de relación con los demás miembros y con la comunidad. Para ello se combinan los espacios de uso privativo (vivienda, apartamento u otras dependencias) con otros espacios de uso colectivo, común y social.
El cohousing es, en definitiva, una manera de organizar la vivienda y la vida en comunidad, combinando lo privado o individual con lo colectivo o comunitario.
Rasgos comunes de los proyectos de cohousing
son la búsqueda de la sostenibilidad económica, social y medioambiental, así como la soberanía en la organización y gobernanza del proyecto, articulándose mediante organizaciones no lucrativas.